Se trata de la Andinobates Supata encontrada a tan solo 37 kilómetros de Bogotá, en el municipio de Supatá Cundinamarca, por el que recibió su nombre.
La diminuta rana venenosa de color amarillo dorado fue encontrada hace más de 15 años, mientras se realizaban unos «censos de anfibios» en la zona para investigar nuevas poblaciones de sapos arlequín (Atelopues spp), altamente amenazados en los Andes Orientales de Colombia. Pero solo hasta este año fue oficialmente descrita.
Ahora, esta nueva rana hace parte de las 16 especies de Andinobates que se han descrito en Suramérica. En Colombia, incluso, pueden encontrarse 15 de estas, 8 en la región de los Andes Colombianos. Además, es una de las 2 unicas especies conocidas de Andinobates amarillos. La otra es la Andinobates tolimensis, de la que se diferencia por una combinación unica de patrones de colores en el vientre y en el dorso.
Los Andes tropicales, la región en la que fue encontrada, alberga una biodiversidad y una endemicidad excepcionales.
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